El cáncer de hígado es una enfermedad que toca las vidas de millones de personas. Esta enfermedad compromete la funcionalidad de este órgano vital encargado de depurar el cuerpo de sustancias nocivas, producir bilis o almacenar azúcar para obtener energía, entre otras funciones.
Por otro lado, se manifiesta a través de síntomas que, de ser identificados a tiempo, pueden ayudar a salvar vidas. Los factores de riesgo conocidos que incrementan las probabilidades de desarrollar cáncer de hígado incluyen el consumo de alimentos con aflatoxinas, infecciones crónicas por los virus de la hepatitis B o C.
El consumo excesivo de alcohol, obesidad, tabaquismo, la presencia de hígado graso no alcohólico, diabetes y hemocromatosis también aumentan la probabilidad de tener la enfermedad.
¿Dónde duele cuando hay cáncer de hígado?
El cáncer de hígado puede no manifestar síntomas notorios inicialmente, pero hay que estar atento a ciertas señales. El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos indica que el dolor en la parte superior derecha del abdomen puede ser un síntoma de cáncer de hígado.
También señala que, si este dolor está acompañado de una masa o bulto en el lado derecho bajo las costillas, requiere atención médica inmediata.
Otros síntomas de alerta incluyen hinchazón abdominal, fatiga inusual, náuseas, pérdida de peso inexplicable, fiebre, heces pálidas y orina oscura.
Dolor en la espalda o en la región de la escápula derecha, ictericia, y la aparición fácil de moretones o sangrados también son indicativos de que se deben realizar pruebas médicas para un diagnóstico oportuno.
Se debe estar atento y acudir al médido ante algunos de estos factores para la prevención y detección temprana de la enfermedad.